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5.6.12

>>6 recomendaciones de cómo elegir una mesa de noche



A la hora de comprar una mesilla se puede tener en cuenta una serie de criterios con el fin de elegir la más confortable:




1. La tapa ha de ser suficiente superficie para dar cabida a un teléfono, un despertador, una lámpara pequeña y otras cosas que puedan colocarse encima (mando a distancia, medicinas,
un vaso, etc.). Se recomienda que sea de más de 40 cm de profundo por 50 cm de ancho (entre dos palmos y dos palmos y medio). Se puede hacer un mejor juicio de la suficiencia de  espacio si en la tienda las mesillas se exhiben con objetos encima.

2. La tapa ha de estar suficientemente alta para que los objetos encima de ella sean visibles y accesibles mientras se está acostado. Una mesilla demasiado alta o demasiado baja es inadecuada, pero es mejor que sea un poco alta.

Se recomienda una altura de entre 65 y 72 cm (aproximadamente la altura a la que llega el codo de una persona sentada); sin embargo la altura adecuada de una mesilla es difícil de determinar, porque depende de muchas cosas: la altura de la cama, la del colchón, lo que se hunda el usuario en el colchón, y también las preferencias de éste.
Lo más deseable sería que se permitiera probar la comodidad de alcanzar algo tumbado en una cama antes de comprar la mesilla, aunque hay que tener en cuenta las diferencias que puede haber entre hacer esta prueba en una cama de muestra y el verdadero uso que se haga tumbado en la propia cama.

3. Es aconsejable que la tapa tenga un borde elevado en al menos tres de los lados. Con ello se evita la caída fortuita de objetos cuando se manipulan desde la cama. Este borde es preferible que sea conseguido mediante la conformación de la tapa o una solución similar.

4. La existencia de un espacio libre debajo de la mesilla es necesaria para facilitar la limpieza, y sobre todo para que no haya que agacharse demasiado para utilizar el alojamiento inferior. Se recomienda que esta altura libre sea superior a 18 cm (aproximadamente un palmo).


5. Para poder alojar adecuadamente los distintos objetos que suelen guardarse en una mesilla, ésta ha de tener al menos un cajón (para objetos pequeños, medicinas, ropa...) y un alojamiento inferior (preferiblemente tipo armario, con puerta, para otros objetos como
el calzado, artículos de aseo, libros o revistas, bebidas...).
El cajón ha de tener guías y un tope para evitar que se pueda caer, y aunque tenga puerta el alojamiento inferior debería tener ventilación para que no se acumulen olores si se guarda el calzado. Pruebe también que los cajones y puertas son cómodos y fáciles de abrir y cerrar: el asa es fácil de asir (se  recomienda que sea en forma de “D”), son resistentes, cuesta poco esfuerzo...

6. Todos los elementos de la mesilla que puedan entrar en contacto con las personas han de tener bordes y esquinas redondeados, y las zonas que sirvan de agarre han de tener un acabado antideslizante y agradable al tacto. Esta característica, importante en todos los  muebles, en las mesillas de dormitorio cobra especial importancia porque al andar a oscuras hay más peligro de golpearse.