Muchos de los hábitos sedentarios de los adultos se inician a una edad temprana: en la escuela los niños y jóvenes permanecen sentados entre el 60% y el 80% del tiempo que pasan en la escuela; en casa también realizan numerosas actividades sentados, como estudiar, ver televisión, etc.
Así pues, es importante seleccionar un mobiliario para ellos ergonómicamente adecuado para conseguir un mayor confort a corto plazo, y a largo plazo para evitar el desarrollo posterior de vicios posturales.
Esto es especialmente importante para los muebles de estudio, que en cierta medida se parecen a los utilizados en clase. En éstos se ha de procurar que inviten a sentarse correctamente, no recostados, con las piernas sobre el asiento, u otras posturas habituales en los niños pero incorrectas. Los factores que más se han de cuidar son:
• El diseño del respaldo, que ha de proporcionar apoyo cómodo en la zona lumbar, porque en el caso de ser incómodo predispone al niño a no usarlo o a utilizarlo de forma inadecuada.
• La altura y la profundidad del asiento: una medida inadecuada inducen a desplomarse o a sentarse en la parte delantera de la silla.
• La altura de la mesa, que tanto si es demasiado baja como si es demasiado alta, obliga a adoptar una postura de brazos y columna inadecuada