El armario es el otro mueble del dormitorio para guardar los efectos personales que ocupan
más espacio (principalmente ropa). Muchos dormitorios disponen de armarios empotrados realizados por obra, en cuyo caso no es un mueble que se compre del modo convencional.
Pero en muchos otros casos el armario es comprado en una tienda. Esto proporciona la oportunidad de elegir entre múltiples alternativas, cada una de las cuales tiene sus ventajas y desventajas. La ergonomía es uno de los factores en juego, dado que, sobre todo en lo que a las dimensiones y la distribución se refiere, un armario mal elegido puede hacer que sea un estorbo en la habitación, que no aproveche bien el espacio, o que sea difícil guardar y coger la ropa.
A la hora de comprar un armario se puede tener en cuenta una serie de criterios con el fin de
elegir el más adecuado:
1 Las dimensiones exteriores del armario han de adecuarse a las de la habitación. Esto es
crítico para los casos de armarios que se van a colocar en huecos construidos para tal fin en las paredes (una alternativa que reúne las ventajas de los armarios empotrados y los móviles). En los demás casos hay un margen de medidas más amplio, pues se pueden colocar en distintos lugares; sin embargo, siempre hay que tener en cuenta el espacio libre de la habitación antes de elegir armario.
2 Compruebe que el armario ofrece todos los espacios que va a utilizar: estantes y cajones para la ropa que vaya doblada (ropa interior, camisetas, y otras prendas poco sensibles a las arrugas...), barra de perchas para prendas que vayan colgadas (camisas o chaquetas), etc.
3 Si la distribución del armario es flexible, será más cómodo porque podrá organizar los espacios según sus necesidades. Si se puede cambiar de altura los estantes o mover la barra de la percha, compruebe que es fácil y seguro de hacer.
4 Como todos los muebles, los bordes de los armarios deben ser redondeados para reducir el daño en caso de golpes fortuitos. Además, si tiene puertas correderas el deslizamiento debe ser suave y el asidero de la puerta debe permitir su control en todo momento, para evitar el atrapamiento de manos o dedos. Pruebe a abrir y cerrar las puertas varias veces, y verifique que es fácil y cómodo.