El clima, el entorno, los materiales que provee éste y la tradición, sin duda, definen los estilos, y esta vez haremos una revisión de la cama mediterránea y la cama inglesa.
JUNTO AL MEDITERRÁNEO
No puede menos que promover esa atmósfera de brisa y el aroma marino, la brillante luz solar y el tejido de elementos naturales con el que se anhela tener contacto. La arena de la playa, los colores cálidos el arrullo de las olas.
El diseño de la cama lleva las características aún vigentes del diseño italiano, simple y cálido.
El espacio que queda debajo permite almacenar una buena cantidad de cosas, con lo que se economiza el espacio y promueve la comodidad del hogar. Para ello, la cama mediterránea se asienta en un canapé abatible.
Este tipo de cama provee una increíble comodidad y practicidad a cualquier tipo de dormitorio.
LA CAMA INGLESA
La factura de una cama en Gran Bretaña es casi una ciencia: el colchón debe ser capaz de adaptarse a la forma del cuerpo y no viceversa. Las mejores camas y colchones ingleses tienen una larga experiencia y tradición, su propio diseño que alcanza el máximo nivel de apoyo y comodidad.
Los resortes del colchón se forran individualmente con una tecnología de hace 100 años y no hay duda de que la cama británica ha llegado prácticamente a la perfección. Durante años, los fabricantes ingleses han encontrado maneras de construir muelles que garantizan el confort.
A diferencia del canapé abatible de la cama mediterránea, la cama inglesa lleva box spring.
Se añade al soporte, los materiales empleados, totalmente naturales como la lana, la seda, cachemira, pelo de caballo, todo ello elementos tradicionales que mantienen el calor durante el invierno y son frescos durante el verano, evitan la transpiración excesiva y son suaves al contacto.